Talento nacional trasplantado en Europa
Así como
establecía AC/DC en 1975 en su anacrónico manifiesto: ¨Its a Long Way To The
Top (If You Wanna Rock ´N´ Roll) ¨, queda claro lo complejo que es llevar una
carrera como músico y sobre todo, lograr el anhelado éxito. Pero estos
conceptos de conquista, no son desconocidos por nadie que pretenda conseguir
algún nivel de consagración en la industria musical. Lo de Ronnie Romero, es
prueba patente de un caso de éxito y persistencia en la escena del rock (y no cualquier
escena). Es que tocar con Blackmore no es menor, es ser parte de una pieza
clave del hard rock-metal, que se conoce hoy por hoy, como lo es la escuela de
Ritchie, quien con su riffs y su stratocaster blanca, ha conseguido alinear a
incontables generaciones de músicos y fans, bajo incombustibles clásicos del
rock.
Este artículo no pretende engrosar la fama de Blackmore y su
aporte al rock, sino más bien, esgrimir hechos que resultan llamativos de la
propia escena nacional. Y que tiene como protagonista, no al guitarrista
inglés, sino al vocalista chileno Ronnie Romero. De este modo, cabe hacerse la
pregunta ¿Por qué Romero no se conocía en Chile antes de que fuera convocado
por Blackmore, para integrar la nueva versión de Rainbow? La respuesta aparece
incómodamente: desconocimiento de su talento (poco o nada de cobertura
mediática) y el escaso aprecio que se le tiene a los talentos nacionales.
La
carrera de Romero comienza a cimentarse profesionalmente con su arribo a España,
locación que escoge para formar su banda de power metal: Lords Of Black, la cual
ya posee un disco editado llamado ¨I¨. Actualmente se encuentran en proceso
creativo de una nueva placa. Pero el motivo de su éxodo a Madrid y posterior
proliferación en la escena ibérica, se basa en que no logro en su propia
tierra, catapultar su carrera y dar a conocer su trabajo. Situación replicada
en incontables déjà vu de grupos
chilenos, que no alcanzan el reconocimiento mediático y sobre todo, aprobación
de la fanaticada criolla. Que por uno u otro motivo, se inclinan a seguir consumiendo
material de bandas foráneas (y no es que las bandas de afuera tengan la culpa),
pagando abultadas sumas de dinero en conciertos y mercancías.
Tras un breve recorrido por la carrera de Romero y su actual exposición mediática, cabe
hacerse la segunda pregunta ¿qué se está haciendo a nivel de cobertura sobre bandas
emergentes? Y es atingente, lo que ha generado Ronnie y su inducción a Rainbow, ya
que las plataformas de difusión de música no mainstream, tienen la necesidad de mejorar e incrementar esfuerzos
relacionados con las bandas nacionales, otorgando mayor protagonismo en
sus portadas, además de la gestión en terreno (coberturas en shows y presentaciones en
vivo). Sin embargo, también debe existir un cambio en la mentalidad de los fans, quienes
juegan un rol protagónico en la ecuación de éxito en las carreras de las bandas,
son ellos quienes con su asistencia, participación y apoyo, completan el circulo virtuoso de una prospera escena musical.
Es imperante dar a conocer talentos de exportación (como el
caso de Ronnie) y fraguar una nueva cultura de apreciación por nuestra música. Es por este y otros motivos, que se debe trabajar en mejoras de difusión
en medios de comunicación, además de idear una serie de instancias (a corto
plazo mencionadas en el párrafo anterior) que vayan orientadas, al reconocimiento de lo mejor de nuestra escena
independiente.
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